En Alfileritos 24 te ofrecemos una forma diferente de degustar la gastronomía toledana, porque consideramos que no solo la calidad de la comida influye en una buena degustación, sino también el entorno en el que se produzca
comida toledana

A una calle de Zocodover, en el número 24 de la calle Alfileritos, se encuentra uno de los restaurantes con más encanto de todo Toledo. Gracias a su original arquitectura y a su ubicación en pleno patio toledano hace de Alfileritos 24 un sitio idílico en una de las calles más bonitas de la ciudad.

Ya está todo listo para la mayor fiesta de la ciudad de las tres culturas, el Corpus Christi. Y como cada año, los patios toledanos que fueron siempre un lugar privado, se abren al público para dar a conocer sus encantos y su auténtica belleza, y además adornadas por esta celebración.

La mayoría de los patios toledanos están cerrados al público durante todo el año, dejándose ver únicamente en estas fechas de junio por el Corpus Christi. Sin embargo, durante los 365 días del año puedes deleitarte con un patio toledano muy original y que todavía se conserva, y lo mejor de todo, dentro de un restaurante.

Alfileritos 24 no es un restaurante cualquiera. Alfileritos 24 está ubicado en una casa toledana combinando a la perfección sus vigas de madera y su estilo más tradicional con su arquitectura y decoración más vanguardista. Sus dos partes esenciales: la taberna y el restaurante, puede accederse desde dos sitios distintos. Si entras por la puerta principal podrás entrar directamente a la taberna donde degustar tapas espectaculares de la zona manchega, pero si accedes por el callejón te encontrarás directamente en el hall del restaurante.

La parte del restaurante aguarda en su interior un patio toledano ya restaurado pero que mantiene su esqueleto en su totalidad, salvo por las nuevas incorporaciones más vanguardistas. Un restaurante de tres modernos pisos con comedores encantadores que dan vista a todos los ángulos del edificio.

Vamos… una auténtica preciosidad donde comer o cenar, y en un patio toledano, uno de los pocos abiertos al público durante todo el año.